Se marchó un maestro que dejó huella
Dice Juan Cruz en su artículo dominical de El País que Pedro González Zerolo era un joven luchador por la libertad, intranquilo, disidente, conflictivo…
Era, probablemente, muchas cosas, y casi todas buenas. Y al final, era un buen maestro que, como los buenos docentes, dejó huella (y no sólo entre alumnos). Él fue uno de los destacados canarios que introdujo criterios de renovación en las artes plásticas.
La última exposición de Pedro González llegaba cuando el artista era ya un hombre entrado en años; un afamado profesor de Arte que inauguraba esos días exposición en el Convento Santo Domingo de la Villa de Teguise.
Corría el año 2004; y colgó de las paredes de la sala sus obras de la colección “La Patera”. Y sorprendió a los más jóvenes que no conocían su expresivo trabajo… Un pintor talentoso, desinquieto y sensible. Y entonces se hizo más grande para muchos lanzaroteños.
En nombre de esos isleños que conocieron y valoraron su trabajo, desde aquí queremos transmitir nuestro sentido pésame a sus familiares y amigos.