Este lunes se cumple el 25 aniversario de la muerte de César Manrique

César Manrique, en el Mirador del Río, uno de sus trabajos más originales e integradores. (Imagen cedida por los CACT).

César Manrique murió en un accidente de tráfico el 25 de septiembre de 1992, un fatídico desenlace que ocurría a escasos metros de su casa del Taro de Tahíche, hoy sede de la Fundación que lleva su nombre.

Por tanto, este próximo lunes se cumple un cuarto de siglo del fallecimiento de la personalidad más trascendental de la historia contemporánea de Lanzarote. Un maestro artístico multidisciplinar que supo conjugar la conservación de la naturaleza con los recursos que ofrece la modernidad; y todo ello conjugado con sensibilidad e imaginación.

Es, sin duda, una buena oportunidad para visitar alguno de los centros turísticos que ideó -con ayuda de muchos- para el Cabildo de Lanzarote, y descubrir -o redescubrir- la autenticidad de un conejero con un enorme talento que se supo rodear de finos trabajadores.

Nosotros lo hemos hecho esta semana en el Mirador del Río, un lugar que es mucho más que un mirador, y donde Manrique logró convertir una cueva en un espacio inigualable para disfrutar de la buena compañía y de unas vistas únicas del Archipiélago Chinijo.

Por cierto, no dejen de probar el café que sirven allí, porque la elaboración que hacen Juan o Marcial lo merece; y porque la habitual humedad del enclave también lo pide. Hay que apuntar que el Mirador del Río está a unos 470 metros de altitud; una cota bastante alta para una isla como Lanzarote.

Mucho ha cambiado Lanzarote desde que falleció. Pero lo que no ha cambiado, sin embargo, es el cariño y el respeto que le tributan los trabajadores de los Centros de Arte, Cultura y Turismo (CACT) del Cabildo de Lanzarote, que volverán a asistir este lunes al encuentro anual que celebran alrededor de la figura del artista, y que tendrá lugar a las 11.00 horas en el cementerio de Haría.