Discutida prohibición de transitar parcialmente desnudo por la costa

Ha generado polémica en algunos sectores del municipio de Teguise aspectos concretos de la nueva ordenanza de seguridad y convivencia; en concreto, el artículo 19 (apt. 2), donde se prohíbe “transitar o permanecer total o parcialmente desnudo por los espacios públicos y/o vías públicas o en espacios privados abiertos y fácilmente visibles desde espacios y/o vías públicas”.

Ya en una pasada sesión plenaria, desde la oposición se apuntaba la indefinición de “parcialmente desnudo”, algo que podría provocar la prohibición de ir en bañador por algunos de los enclaves costeros locales como Caleta de Famara o Caleta de Caballo, entre otros. Ya entonces el alcalde Oswaldo Betancort (CC) puntualizaba que el texto se refería en este apartado más concretamente a Costa Teguise, aunque no figuraba así en el articulado; además, apuntó al buen criterio de la Policía Local como una garantía de la norma.

Llegado el período de alegaciones, el Partido Socialista ha presentado alegaciones a la Ordenanza. Las mismas, según aclara su portavoz, José Brito, se han centrado en destacar lo que definen como “falta de concreción” en la redacción de algunos artículos que, a su juicio, “se prestan a interpretaciones particulares por lo que se corre el riesgo cierto de que su aplicación sea arbitraria”.

El edil socialista ha señalado que la ordenanza parece desconocer que Teguise tiene una importante zona costera, por lo que no parece adecuado prohibir el estar en espacios públicos “parcialmente desnudo”. La redacción del artículo impediría transitar en bañador en núcleos como Famara.

Grabaciones y bicicletas

En cuanto al intento que hace la ordenanza de regular la posibilidad de exigir las grabaciones que hayan podido realizar las cámaras de comercios y establecimientos privados, en ausencia de orden judicial, el PSOE considera que pudiera chocar frontalmente con otras disposiciones legales de mayor rango, como la Ley de Protección de Datos.

A juicio de Brito, la prohibición de circular por las aceras con bicicletas o monopatines, sin más aclaración, “impediría algo tan habitual y lógico como llevar a cualquier chinijo al parque pedaleando en su bici… Por supuesto que debemos garantizar la seguridad de los peatones, pero las aceras siempre han sido compartidas con civismo y lo que hay que castigar son los comportamientos inadecuados, pero nunca el uso habitual”, ha señalado.

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