Absuelven por alteración psíquica a la mujer que apuñaló a sus dos hijos

La Audiencia Provincial de Las Palmas ha ordenado el ingreso en un centro psiquiátrico durante 15 años de la mujer que en verano de 2015 intentó matar en Arrieta (Haría) a sus dos hijos, de 3 y 5 años de edad.

La acusada, según esta decisión de la Sección Sexta, ha sido absuelta por el tribunal de los dos delitos de homicidio en grado de tentativa, ya que determinan tras los testimonios e informes técnicos que sufrió un brote psicótico, una alteración psíquica (ausencia absoluta del juicio) que supone un «eximente completo» en la interpretación que de ello realiza el Código Penal.

«Durante el desarrollo de los hechos la acusada presentaba un cuadro caracterizado por una gran confusión, agitación emocional y una importante disfunción cognitiva provocada por la existencia de un delirio que condicionaba sus actos, ocasionando una merma completa en la comprensión, en su naturaleza y consecuencias, con ausencia total en su capacidad de juicio en esos momentos”, relata la sentencia.

Ha quedado constatado que durante las agresiones a sus vástagos, provocadas a finales de junio de 2015 en el pueblo de Arrieta, la acusada agredió al llegar a su casa -de madrugada- a los pequeños, que recibieron varias puñaladas en sus brazos y en el cuello. La agresión era provocada con un cuchillo de cocina de 17 centímetros de longitud.

“Es el diablo, hay que matarlo”

Durante la doble agresión, la madre gritaba “Hay que acabar con él, es el diablo; hay que matarlo», en su intento por seguir agrediendo a los pequeños, sin lograrlo.

Antes, la mujer había llegado a su vivienda tras haber estado en observación por motivos psiquiátricos en el servicio de urgencias del Hospital José Molina Orosa de Arrecife. Allí permaneció un total de seis horas; y a la salida, se dirigió a su vivienda en el municipio norteño, donde ocurrían los hechos juzgados.

El brote psicótico del que habla el tribunal tiene su argumentación también en comportamientos como el que exhibió la juzgada después de apuñalar a los niños. No sólo se auto lesionó; inmediatamente después se aferraba a la imagen de acero de una virgen que había en su dormitorio, una imagen que apretó hasta la llegada e intervención de la Guardia Civil.

Ahora, la sentencia establece la obligación de realizar un seguimiento de la mujer en un centro psiquiátrico penitenciario por parte de «personal médico especializado en relación con el tipo de padecimiento que sufre”, ya que los forenses no observan suficiente el seguimiento que se ha realizado hasta el momento en el Centro Penitenciario de Lanzarote, situado en Tahíche, donde ha permanecido encarcelada durante este tiempo.

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